Lágrimas de Despedida – Cuando una madre se va.


Hay madres que hoy sufren; no porque estén solas, ni porque les haga falte dinero, sino, porque sienten el dolor de no saber ni escuchar nada de sus hijos.

¿Cómo es posible que una mujer, después de haber sufrido los dolores de parto, de haber pasado tantas noches sin dormir preocupada su criatura, alimentándole cada día para que crezca, educándole para que sea una persona de bien, tenga que sufrir la necesidad de escuchar o ver a su hijo?

¿Cómo es posible que existan hijos que no se preocupen por llamar o visitar a esa mujer que le dio a luz y le entregó su amor sin nada a cambio?

Porque si hoy estamos vivos, a parte de ser por la voluntad de Dios, es porque una madre decidió no abortarnos. Antes de que la enfermera o partera te llevara a darte tu primer baño, ya tu madre te había bañado con su propia sangre, con dolor en su carne, arriesgando su vida para darte la tuya.

¿Y que tal las madres de crianza? Esa mujer que te abrió las puertas de su hogar para darte el amor que necesitabas. Esa mujer que sin conocerte decidió darte una cama para descansar, la ropa para vestir, y los juguetes para que estuvieras contento; sin olvidarnos de el alimento de cada día. Ella también se merece y necesitar saber cuánto la amas.

Tanto la que da a luz como la que cría son madres que se merecen el amor, respeto, y atención de sus hijos.

No esperes a que Dios decida llevársela, para luego querer hablar con ella y decirle que la amas. Porque ya, ¿Para qué? Ya no te escucha, aunque tu creas que si. Muéstrale tu amor y respeto mientras esté viva, para que mañana no te lamentes.

Y eso no es que lo hagas una vez al año en el día de las madres. No, eso hay que hacerlo todo el tiempo. Si vives lejos de ella, llámala aunque sea una vez por semana, pero llámala. Demuéstrale que tú te preocupas por ella.

Yo compuse una canción, la cual grabé unos años atrás, la cual quiero compartir con ustedes. Esta canción lleva por titulo “Lágrimas de Despedida”. Yo no viví esta historia, pero tal vez muchos la han vivido. Muchos que se han olvidado de sus madres, y ahora darían todo lo que tienen por poder verla, hablarle, y decirle cuanto la aman.

La canción trata de un joven que hoy sufre la perdida de su madre, porque él nunca le demostró su amor. 

Así dice la canción ‘Lágrimas de Despedida:

“He llorado tantas veces tu partida, que no puedo soportar el gran dolor.

Porque nunca valoré mientras vivías, el cariño que me dabas con amor.
Y aquí solo, voy pensando cada día que yo nunca demostré mi gran amor.
Pero ahora que no estas, madre querida, me doy cuenta que yo he sido un pecador.
Porque yo nunca te honré mientras vivías, y sufrías por mi mala compasión.


Y aquí estoy yo, llorando así; ahora que ya te perdí. 

Pues me olvidaba que una vez yo pude ser el dolor de tu carne al nacer.

Y allí el primer baño que me di, fue el de tu hermosa sangre sobre mí.

Y hoy que tú no estás, madre querida, me bañan lágrimas de despedida.
Yo nunca valoraba tu existir, y hoy quisiera verte junto a mí. 
Si hubiera demostrado que te amaba, por mi tú no tuvieras que sufrir.


Yo, perdido, un vagabundo por las calles, en las drogas, las mujeres, y licor.

Pero nunca me acordaba que mi madre desvelaba por su hijo en un rincón.
La veía siempre orando y angustiada por el hijo que no le brindaba amor.
Y aún perdido, madrecita, tú me amabas. Como quiera me dabas tu bendición.
Esa madre que por mi se desvelaba, me miraba como si yo fuera el mejor.”


No te olvides de tu madre. Demuéstrale cuanto la amas.

Éxodo 20:12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

Prov 1:8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,  y no desprecies la dirección de tu madre;

Prov 15:20 El hijo sabio alegra al padre; mas el hombre necio menosprecia a su madre.

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