Quiero Matar a Mi Vecina

La hija llega y le dice a su padre:
-PAPÁ, no soporto más a la vecina, quiero matarla. Pero tengo miedo que me descubran. ¿Puedes ayudarme? El padre responde:
-Claro que si mi amor, pero tendrás que visitarla amablemente todos los días durante un mes, para que cuando ella muera, nadie desconfíe que fuiste tú quien la envenenó. Debes cuidarla muy bien, ser gentil, pasiva, cariñosa, agradecida, paciente, menos egoísta, escucharla más, para así poder aplicar el plan. ¿Ves este polvito? Todos los días deberás echárselo en su comida. Así ella morirá poco a poco.

Pasados 30 días, la hija vuelve a decirle al padre:
-Ya no quiero que ella muera, la amo. ¿Y ahora como hago para cortar el efecto del veneno?
El padre entonces le responde: No te preocupes. Lo que te di fue polvito de arroz. Ella no iba a morir, pero tú sí, porque el veneno y el orgullo está en ti.
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Qué pena que haya tantos desacuerdos y peleas entre la gente. Mucho más entre vecinos; la gente que tenemos ahí en caso de una emergencia. Muchos de estos problemas vienen por falta de entendimiento o conocimiento hacia la persona.
La gente se deja llevar mucho por lo que otro dice, sin investigar. Tal vez esa persona escuchó mal, o talvez le contaron como no era. Y es ahí donde vienen los pleitos. Comienzan con malas miradas, luego con gestos de agresividad, luego con palabras ofensivas, y terminan en una pelea, o queriéndose matar, o matándose.
No podemos vivir así. Tenemos que buscar a los demás y saber de ellos antes de juzgar sin ninguna razón. Jesucristo dijo “No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.” (Lucas 6:37
Jesucristo sabía que todo esto ocurría desde el principio. Es más, él mismo vio todo esto desde el principio de la creación. Por esa misma razón Dios tuvo que enviar un diluvio que consumió toda la raza humana. De no ser por Noé ¿Qué hubiera sido de nosotros?
En una ocasión Jesucristo les habló a sus discípulos referente al amor por los demás. Les dijo en el libro de Lucas 6:27-31Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.
Usted dirá que no es fácil amar a quien te ha hecho mal, pero si no lo haces ¿Crees que Dios te amará a ti sabiendo que tú le has hecho mal a él? Tenemos que buscar la paz y la armonía con los demás. No podemos dejarnos llevar por cualquier murmuración. Busquemos la paz con los vecinos, familiares y amigos. Y mucho más con los hermanos de la fe. Porque daremos cuenta a Dios por nuestros actos.
Si quieres ser perdonado por Dios, tienes que perdonar. Si quieres ser salvo, tienes que vivir en santidad.
Hebreos 12:14  Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Lucas 6:35  Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.

Lucas 6:36  Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.

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