Fugitivo


Se cuenta el caso de un hombre que cometió un terrible crimen, asesinando por celos, en una fiesta de bodas, al propio desposado.
Después de haber cometido el crimen, se montó en su caballo y huyó del lugar, aprovechando la oscuridad de la noche, del castillo donde se había celebrado la fiesta. Puesto que estaba muy oscuro nadie lo iba a encontrar.
Después de galopar toda la noche dando vueltas y revueltas. y cuando creía hallarse a muchos kilómetros del lugar, al llegar la madrugada, se encontró a las puertas del mismo castillo donde había cometido su terrible fechoría. Allí fue detenido y llevado arrestado para recibir su castigo.

“Así mismo es con el pecador que trata de huir de Dios. Después de todos los esfuerzos para evitar la justicia del Todopoderoso se encontrará irremisiblemente en sus manos”.
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¿Has tratado de escaparte de algo o alguien, y al final todo te ha sido en vano?
La gente a veces es graciosa; ellos tratan de hace cosas indebidas pensando que nadie los va a descubrir. Le mienten al gobierno para poder recibir beneficios financieros, pensando que nunca los van a coger en su mentira. Engañan a su conyugue con otra persona, pensando que nunca será descubierto. Hacen trampas en los juegos de azahares pensando que nadie se dará cuenta, y así sucesivamente viven una vida tratando de engañar, sin darse cuenta de que ellos mismos se están engañando.
En el término espiritual es igual. Hay gente que piensa, por alguna razón, que pueden engañar a Dios actuando de manera hipócrita, como si Dios fuese ciego y no conociera los corazones. Dice la palabra en el libro de Hebreos 4:13Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”. Adán y Eva trataron de esconderse de Dios para tratar de ocultar su pecado, pero no pudieron porque Dios está en todas partes. Aunque a veces actúa como si no hubiera visto nada, lo ve todo, pero actúa de tal manera para darnos la oportunidad de que nos arrepintamos y confesemos nuestra falta.
El Señor es quien nos pagará a cada uno de nosotros, según nosotros hayamos obrado (Apoc. 22:12). No podemos seguir dando vueltas, todo perdido, pensando que nos libraremos de cualquier mal que hayamos hecho. Tarde que temprano estaremos frente a su trono, y allí daremos cuenta por todo. Caminemos de tal forma de que seamos dignos de entrar a su reino. Busquemos su presencia en todo tiempo para que cuando llegue el momento de nuestra partida podamos estar seguros de que llegaremos a su presencia.
El Señor nos ama, pero como todo padre responsable con su hijo, castiga al que se lo merece, y bendice a todo aquel que merece bendición. Pidámosle al Señor que nos escudriñe por dentro, que nos deje sentir como estamos delante de él; asi como lo dijo el salmista en el Salmo 139:23-24Examíname, oh, Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”.
Talvez para muchos es difícil, pero hay que vivir haciendo el bien, por si hoy nos toca rendir cuenta por nuestra alma. Seamos agradecidos al Señor, buscando su presencia, apartados del pecado, por si mañana no vemos la luz del día.
Jeremías 23:24 ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?
Salmo 139:7-10 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, Aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.
Apocalipsis 20:11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.

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