La Maestra y el Celular

Un día una maestra estaba calificando un ensayo que habían realizado sus estudiantes, su esposo estaba al lado jugando en su celular, cuando de repente ella comenzó a llorar.
- ¿Qué te sucede? le preguntó el esposo. - ¿Por qué lloras?
- Es que puse a los estudiantes a escribir sobre algo que ellos deseaban. - contestó ella.
Él sin quitar la mirada de su celular le dijo: - Bueno, pero ¿qué es lo que te hace llorar?

- Lo que escribió uno de los alumnos, me hace llorar. - dijo ella.
Sin dejar de ver la pantalla de su celular, le pregunta: - ¿Y qué dice?
- Dice que sus padres prefieren estar en su celular que ponerle atención a él, dice que prefieren jugar en sus celulares que jugar con él y que cuando tienen que atender una llamada lo hacen inmediatamente, mientras él se la pasa esperando que lo atiendan a él. Al final dice que desea ser un teléfono inteligente para que sus padres le den la atención que él requiere.
Su esposo con lágrimas en los ojos, le pregunta: - ¿Quién escribió eso?
Y ella respondió, algo que hizo llorar a los dos. - Lo escribió nuestro hijo.
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¿Cuántas veces te has preguntado “si yo hubiera pasado más tiempo con mi hijo él fuera un muchacho diferente”?
Es triste ver las noticias cada día y darnos cuenta de que la mayoría de la gente que se están matando o cayendo presas son jóvenes los cuales la mayor parte de su tiempo la pasan en la calle. Jóvenes que sus padres quisieron darle tanta libertad, para que no se sintieran encarcelados en sus casas, en vez de tomar esa libertad para hacer algún deporte, música, o algo productivo, prefirieron buscarse unos a otros y encontrar la compañía de cada uno de ellos, la cual no tenían en sus hogares. Lo malo es que entre el grupo siempre hay alguien que trae la droga, o el licor, o cualquier otro vicio o mala maña, que hace a los demás enredarse en su mismo mal.
Los hijos necesitan cierto grado de libertad, no completamente, porque ellos no nacieron sabiendo como se vive en este mundo. Los padres tienen que dirigirlos y guiarlos hacia el camino correcto, y no permitir que sean dirigidos por otros. El problema es que hay muchos padres que quieren tomarse todo el tiempo para ellos, y sin darse cuenta van echando para un lado su responsabilidad para con sus hijos. Y si esos padres nunca tuvieron la libertad que quisieron para estar con sus amigos en la calle, ellos se la dan a sus hijos para que no se sientan como ellos; sin darse cuenta, que, por no tener toda esa libertad, nunca tuvieron problemas con la ley, ni con nadie, y hoy son padres de sus casas, honrosos y fieles.
Yo he escuchado tanta gente decir “criar hoy día no es fácil”. ¿Qué diferencia hay entre el hoy y el ayer? La crianza es algo que no tiene nada que ver con los tiempos que vivimos. Sea en el pasado o en el presente, los padres tienen la misma responsabilidad de criar a sus hijos con respeto, y con mucha dedicación para ellos. Hay padres cuyos hijos no pueden participar en el deporte, porque sus padres llegan cansados de trabajar y no los pueden llevar al parque. Luego se quejan de que sus hijos llegaron a la edad adulta, y ahora quiere estar afuera todo el tiempo, sin importarle si sus padres van con ellos o no. Esos hijos, ni siquiera extrañan tener a sus padres a su lado, porque sus padres nunca quisieron estar a su lado.
Hay otros padres que prefieren estar en las computadoras o celulares y ni si quiera se sientan con sus hijos para ver algún programa de televisión, o para jugar algún juego de mesa, o tan siquiera para hablar. Luego, cuando esos hijos se van de la casa, no quieren ni ir a visitar a sus padres, porque son tan aburridos que ¿para qué perder el tiempo?
Hoy día son tanta la gente que ni siquiera se acercan al templo, porque tuvieron unos padres tan irresponsables, que todo era fiesta y diversión, pero nunca llevaron a sus hijos a la casa de Dios, y mucho menos hablarle y ser de ejemplo de la importancia de buscar del Señor.
Nuestro Padres celestial nunca nos ha dejado solos; siempre está presto para atendernos. Haga lo mismo con sus hijos. Cuídelos, amelos, dedíqueles tiempo, y en el mañana serán hijos de bien, muy agradecidos de sus padres, y seguirán su ejemplo.

 Proverbios 23:24 Mucho se alegrará el padre del justo, y el que engendra sabio se gozará con él.

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