El Jefe Ve

Se dice que cierto jefe de los McGregors, una tribu de Escocia, quien había defendido airosamente la causa del desterrado Estuardo, que cuando avanzaba bajo los estandartes de Carlos Eduardo contra las tropas inglesas en la batalla de Preston Pans, en 1715, fue echado a tierra por dos balas del enemigo.
La tribu McGregor, cuando vio caer a su amado jefe, comenzó a flaquear, más el capitán herido se enderezó inmediatamente apoyándose sobre un codo, y aun cuando la sangre corría de sus heridas exclamó en alta voz:
“¡No estoy muerto, hijos míos! Estoy vigilando a ver si ustedes cumplen con su deber.”

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¿Cuántas decisiones has tomado o cuantas cosas as hecho, dependiendo de otra persona?
Hay quienes dicen; “si el vecino me pide comida le doy”, viendo que su vecino está desempleado y por varias ocasiones a mencionado que avece se acuesta sin comer nada. Hay quienes van en su auto y ven a algún conocido caminando, tal vez rumbo al mismo lugar, y en vez de darle transporte piensan “si me pide transporte entonces lo llevo”. Y así sucesivamente hay gente que no pueden pensar o analizar las cosas por ellos mismos, porque todo depende de la otra persona.
En el pueblo cristiano vemos las mismas situaciones; todo lo dependen de Dios, como si ellos no pudieran hacer nada por ellos mismos, y quieren que Dios lo haga todo por ellos. Dios les da la salud, y ellos se sienten enfermos. Dios les da dos buenas piernas, y ellos no van a ningún lado si no hay alguien que los lleve. Dios los bendice con un auto y un buen trabajo, pero ellos no le hacen un favor a nadie si la persona no le ofrece el dinero para la gasolina. Todo es dependiendo de…
Esto también ocurrió en los tiempos antiguos en la biblia. En el libro de Éxodo 17:8-14 narra el momento en que el ejército de Amalec se enfrentaba al ejército de Israel, en Refidim. Moisés le dijo a Josué: “Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.” Y Josué hizo como Moisés le dijo, y fue a pelear contra Amalec. Moisés, Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. Y sucedía que cuando Moisés alzaba su mano, el ejército de Israel prevalecía la batalla; más cuando Moisés bajaba su mano, el ejército de Amalec prevalecía. Pero, sucedía que, las manos de Moisés se cansaban; por lo que Aarón y Hur tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentaron sobre ella; y Aarón y Hur sostenían las manos de Moisés; el uno de un lado y el otro del otro lado. De esa forma hubo firmeza en las manos de Moisés hasta que se puso el sol. Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada. Y Jehová dijo a Moisés: “Escribe esto para memoria en un libro, y dile a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo”.
El Señor quiere que dependamos de él, que toda nuestra confianza sea depositada en él, pero también quiere que nos movamos con fe, que caminemos hacia donde él nos envía, no esperando que Dios nos diga “mueve la pierna izquierda, ahora la derecha, ahora la izquierda…”. Si Dios te habló, ahora queda ti moverte. La gente pierde mucho tiempo en pedir como 10 confirmaciones, cuando tienen bien claro que Dios ya habló. No lo hacen para estar seguros, sino porque no quieren moverse.
Tenemos que pensar que Jesucristo no murió para siempre, que ya está en su trono pendiente por nosotros. Que ya tenemos nuestra victoria, que nuestra batalla ha sido ganada por medio de él. Tenemos que movernos hacia nuestros planes, hacia nuestras metas, confiando que el Señor está con nosotros. Él no tiene que levantar su mano, ya él levantó las dos en la cruz para darnos la victoria. Solo ponlo todo en las manos de él y confía que todo está hecho ya para su gloria.
Nuestro Padre celestial le dijo unas palabras a Josué, las cuales repite también para nosotros; en el libro de Josué 1:9Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
Así que, esfuérzate, porque la victoria es tuya.
Romanos 8:31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
2 crónicas 6:19 Mas tú mirarás a la oración de tu siervo, y a su ruego, oh Jehová Dios mío, para oír el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti.

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