La Obediencia


Un piloto de una importante línea aérea de los Estados Unidos fue enviado otra vez a la escuela de pilotos para que "refrescara su memoria" sobre cómo acercarse a un aeropuerto y aterrizar. Además de que temporalmente le retiraron su clasificación de capitán.
Aunque tenía doce años de experiencia como piloto comercial, había ignorado las ayudas de navegación que tienen los aviones a bordo a la hora de aterrizar. En su lugar se había dejado guiar por la vista. Se equivocó y en vez de aterrizar donde debía, lo hizo en un pequeño aeropuerto a cincuenta kilómetros de distancia.

La gente del pueblo aplaudió y le tuvo como un héroe por haber logrado que aquel gigantesco avión pudiera aterrizar en una pista corta y estrecha destinada a avionetas. Dieron su nombre a una calle y los jóvenes llevaban su fotografía en las camisetas.
La compañía aérea pensó de otra manera y castigó apropiada- mente al piloto por desobedecer las normas de navegación y poner en peligro a los viajeros y al avión. Los 300 habitantes del pueblo firmaron y enviaron una petición de perdón alegando que un error lo tiene cualquiera. La compañía aérea no tuvo en cuenta esta solicitud.
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¿Has actuado de manera equivocada alguna vez, de la cual pensabas que estabas bien?
Para mucha gente, el entrar a un mercado y coger alguna que otra uva o dulce “para probarlos” no tiene nada de malo. Para ellos es algún común, y por cuanto es acostumbrado por mucha gente, pues lo siguen haciendo normalmente. Lo menos que llega a su mente es la palabra “robar”. Si no se le ha dado ningún permiso para que coja algún producto, quiere decir que lo está cogiendo por voluntad propia, y eso es robar. Algunos dirán “es solo una uva”, “es solo un dulce”, “es para probarlo antes de comprarlo”, etc. Pero, por cuanto no se le ha dado permiso se cataloga como robo. Imagínense que todos los que entren cojan una prueba; al final no quedaría nada para vender.
En la vida espiritual muchos quieren hacer las cosas contrarias a la palabra, y dicen cosas que no van a la par con la palabra de Dios. Enseñan cosas contrarias a lo que dice la biblia, y las ponen por ciertas, tratando de buscar algún versículo que aporte a su comentario. Dice la palabra de Dios en el libro de Gálatas 1:8Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema”. En otras palabras, si alguien enseña lo contrario a lo que ya está escrito sea “maldito.”
Hay gente que enseñan la palabra a conveniencia de la gente; para que se sientan bien, para que sigan yendo a la iglesia, etc. Pero ¿Qué provecho tiene eso para sus almas? Si les hablo palabras bonitas, sin hablarles la verdad del evangelio, de nada valen las palabras. Muchos hemos crecido con enseñas falsas desde nuestra niñez, y de nada nos ha servido. El hecho de que yo crea que algo está bien, solamente porque yo lo pienso así, no quiere decir que está bien delante de Dios. Si lo que decimos no está de acuerdo a la palabra de Dios estamos hablando apostasías. ¿De qué me vale decirle palabras bonitas a la gente, si a la larga los estoy apartando de su salvación? Dice en Gálatas 1:10Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.”
Así, como el piloto de la historia aportada, puede que cometamos errores. Pero si nuestro error es aplaudido y nosotros lo aceptamos estamos tan mal como ellos, o quizás peor. Y si sobreviniese algún castigo por tal error, aceptémoslo con gratitud porque de esa forma se fortalece nuestro corazón pensando que ha aprendido algo más en su vida, y que ha pagado justamente por el error cometido. Esas cosas llevan nuestro espíritu a fortalecerse más.
¿Quién no ha cometido errores en su vida? ¿Quién no ha enseñado algo incorrecto en sus enseñanzas? Lo importante es aceptar el error, aclararlo, y seguir hacia delante con la ayuda del Señor, buscando la verdad y enseñándola.
Vivamos obedeciendo a el Señor en su palabra; aunque nuestros antepasados nos hayan enseñado algo diferente.
1Pedro 4:17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?
1Juan 4:1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.

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